- Ama lo que hace y siempre busca un motivo para perfeccionarse. En la tranquilidad de su hogar, se deja llevar por las novelas clásicas y de ciencia ficción.
Por Macarena Agusto Ortiz
Con la alegría de siempre y por el que todos los estudiantes y funcionarios del colegio la conocen, Carolina Noriega Díaz, encargada de la Biblioteca CRA (Centro de Recursos para el Aprendizaje), desde las 8:00 de la mañana comienza a recibir con cariño a quienes visitan la biblioteca para adquirir o dejar algún libro. Su labor, cuenta, es apoyar a los estudiantes, tanto en el área académica como en las actividades de la vida diaria.
Es secretaria de profesión, pero de niña su gran pasión siempre fue la literatura, la ciencia ficción y las novelas clásicas. Así que luego de ejercer por años su carrera como secretaria, optó por el camino de la literatura y hace cuatro años llegó al Colegio Amanecer San Carlos. Le encanta trabajar con niños y aportar en su educación; además, la pasa muy bien, pues considera que el feedback con los alumnos es fundamental al momento de conocer sus intereses.
-¿Desde qué momento supo que se quería dedicar al mundo de las bibliotecas?
-Desde pequeña me ha gustado leer. En algún momento pensé estudiar Bibliotecología, pero cuando egresé del colegio la carrera solamente estaba en la Universidad de Playa Ancha (Valparaíso); entonces, era complicado trasladarme a esa ciudad a vivir, por eso la deseché.
-¿Por qué decidió trabajar en esta área?
-Trabajé muchos años en un colegio, conocía el funcionamiento y, además, me gustaba mucho trabajar con niños. Si bien cumplía la función de secretaria, estaba ubicada en el sector donde estaban los alumnos de preescolar, así que tenía cercanía con los más pequeñitos. También me decidí porque vivo cerca de acá y siempre había escuchado buenas referencias de este colegio.
-¿Fue un desafío para usted?
-Sí, para mí fue un desafío ingresar a un establecimiento con tantos alumnos y en una labor que nunca antes había ejercido, pero que llevo dentro de mí, porque me gusta mucho la literatura. De hecho, es una de las cosas que más me gusta en la vida.
-¿En qué consiste su trabajo diario?
–Debo administrar todos los recursos en el CRA (Centro de Recursos para el Aprendizaje); también estoy a cargo de la organización de las charlas (espacio), de los saludos de bienvenida, convivencias, reuniones y de todas las actividades que se realizan en la biblioteca. El objetivo del CRA no solo es un lugar en donde encuentras un libro; la idea es que sea un espacio en donde puedes trabajar, reunirte con alguien a estudiar, hacer una exposición o una feria científica; por lo tanto, buscamos efectuar una gestión tanto pedagógica como administrativa.
-Desde su experiencia, ¿cómo definiría el perfil de un bibliotecario escolar?
-Tiene que ser una persona muy organizada y que le guste la literatura, porque siempre le van a preguntar o pedir recomendaciones o reseñas de libros. También tiene que ser una persona que esté al tanto de lo que esté saliendo en el mercado de la literatura, que sea organizada y que posea mucha paciencia y amor por los niños y, obviamente, que le guste mucho su trabajo.
-¿Qué autores cautivan su atención?
-Me gusta mucho la ciencia ficción y las novelas clásicas. Por ejemplo, leo bastante a María Luisa Bombal, autora de La amortajada. Si bien ella escribe en prosa, es muy poética.
-En un mundo tan globalizado donde la mayoría de los alumnos están inmersos en las redes sociales y en el lenguaje digital, ¿usted cree que la tecnología acabará con la lectura impresa?
-Los niños más grandes cuando van a la biblioteca, por lo general, siempre buscan el libro que tienen que leer para la asignatura de lenguaje. Pero cuando se refiere a una investigación, ellos recurren a internet para informarse; por lo tanto, siempre les digo que deben tener cuidado y atención con la fuente de donde proviene la información.
-En ese sentido, ¿la tecnología es una amenaza?
-Siento que la tecnología no es una amenaza para la literatura, pero sí es algo que tal vez puede restar el interés de las personas para que asistan a la biblioteca. Actualmente los jóvenes prefieren leer un libro en su teléfono; sin embargo, los más pequeños aún prefieren los libros impresos. Por ejemplo, los estudiantes de primero básico se llevan cada dos días un libro, porque se maravillan con las imágenes, los colores y las historias. Por lo tanto, creo que hay que poner harto énfasis en los niños que dan el salto de cuarto básico en adelante para seguir insistiendo con la lectura.
– ¿Cómo ve el interés de los estudiantes?
-Vienen a leer, pero también acuden por otro tipo de actividades a la biblioteca. Les digo que la biblioteca es el único lugar en el colegio en donde encontraremos silencio para concentrarnos o hacer alguna reunión. Trato de explicarles que la biblioteca es un espacio para estar tranquilos. En definitiva, sí hay interés de los niños por leer, sobre todo los más pequeñitos.
–¿Cómo se manifiesta el cariño de los alumnos?
-Hay una pequeñita de tercero básico que siempre viene a buscar libros y cada vez que hay que hacer alguna notita o dibujo ella me la escribe a mí. Siento que soy muy importante para ella; por ejemplo, el otro día tenían que escribir una carta, entonces, ella me hizo el mensaje y me dijo: “querida bibliotecaria, te quiero dar las gracias y te quiero decir que sigas con tu actitud positiva, tanto con nosotros como con los profesores para que dejes huellas en tu mundo”. Lo encontré muy bonito; ella se acordó de mí seguramente porque yo le recomiendo libros y, además, conversamos sobre lo que ella va leyendo. Uno les va dando las herramientas y también los va acompañando en el camino de la lectura.
-¿Es feliz en lo que realiza?
-Me gusta mucho trabajar con los niños y aportar en su educación; además, todas las personas que trabajamos en un colegio somos un agente importante en la educación de los niños. También, me gusta mucho estar rodeada de libros, disfruto cuando llegan nuevas ediciones; en definitiva, estoy convencida que la biblioteca es un lugar sagrado.
-¿Qué le gustaría agregar a la entrevista?
-Me gustaría contarte que actualmente estoy haciendo un curso, organizado por el Ministerio de Educación (Mineduc), referido a la formación CRA. El curso dura un año y es para bibliotecarios y coordinadores CRA. Ya vamos en la segunda parte; aprobé la primera etapa del curso, que consiste en una formación integral para mejorar la gestión pedagógica, con el objetivo de articular de mejor forma la labor que efectúan los profesores y el material que tenemos nosotros.